Pasta al pesto



El pesto es una de las salsas italianas más extendidas en el mundo. Originaria de la zona de Génova, su elaboración es muy sencilla y su conservación, dejando una fina capa de aceite en la superficie para evitar que se oxide, dura 3 ó 4 días en el frigorífico. Incluso puede congelarse.
La receta tradicional se prepara en un mortero (también se puede hacer en un robot de cocina) y tiene como ingrediente principal la albahaca, aunque se pueden encontrar versiones realizadas con otras hojas verdes. El otro ingrediente clave es el queso parmesano, solo o mezclado con pecorino. Si queremos hacer la versión mezclada y no tenemos pecorino, podemos usar otro queso curado de oveja.

INGREDIENTES
  • 50 gr de hojas muy frescas de albahaca
  • 100 gr de queso parmesano reggiano o una mezcla de 70 gr de parmesano y 30 grs de pecorino
  • 40 gr de piñones
  • 80 ml de aceite de oliva virgen extra
  • 1 pizca de sal
  • 1 ajo de sabor muy suave

ELABORACIÓN
  • Cortamos las hojas de albahaca desechando los tallos, que tienen sabor más amargo. Las lavamos y las secamos.
  • Los piñones se pueden tostar ligeramente para potenciar su aroma o dejarse crudos.
  • Ponemos en el vaso de la batidora la mitad del aceite de oliva y el resto de los ingredientes. Trituramos bien hasta que esté todo integrado. Entonces añadimos el resto del aceite de oliva.
  • Vertemos la salsa resultante en una fuente amplia.
  • Hervimos la pasta según las instrucciones del fabricante, la escurrimos bien y la volcamos encima del pesto.
  • Removemos con una cuchara especial para pasta y servimos en los platos, acompañado de lascas de parmesano, piñones tostados y parmesano rallado al gusto de cada comensal.

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